viernes, 13 de julio de 2007

Didáctica:

No existe una “mejor técnica de enseñanza” en términos absolutos y determinable a priori; pero, dentro de las circunstancias inmediatas de la realidad, es siempre posible determinar cuál es, en cada caso, la técnica de enseñanza más factible y aconsejable; para eso se exige comprender y discernir todos los datos de la situación real e inmediata sobre la que se va a actual. (Luis Alves de Mattos. Compendio de didáctica general)
Concuerdo con el modo de pensar de De Mattos, puesto que el contexto o la situación real como él señala, es la que nos lleva a actuar o tomar desiciones de forma inmediata, por ejemplo decidir de qué manera vamos a enseñar un determinado contenido, que herramientas y técnicas vamos a utilizar para que nuestros alumnos aprendan. Para mi todo lo mencionado anteriormente comprende la didáctica, la cual en términos teóricos pretende fundamentar y regular los
procesos de enseñanza y aprendizaje.
Si bien es cierto que las palabras de De Mattos tienen mucha razón, creo que comprender muy bien la situación real en que el alumno (a) está inmerso no es el único factor para una mejor enseñanza, sino que además me atrevería a incluir en dicho texto que para enseñar bien hay que saber; Decía A. Einstein que hasta la más compleja cuestión puede ser explicada con sencillez, y lo único que hace falta es saber bien la cosa de que se trata. ¿Pero qué pasa si me sé los contenidos y no se enseñar? ¿Entenderían mis futuros alumnos los que les quiero transmitir? En busca de respuestas a estas preguntas aparece un nuevo concepto “saber enseñar”, no basta con sólo saber sino que hay que saber y saber enseñar lo que se sabe, parece un trabalenguas pero esta dualidad (saber-saber enseñar) es la clave para el proceso enseñanza-aprendizaje, por ejemplo no toda persona que sabe leer sabe enseñar a leer! Para terminar me gustaría plantearles una pregunta:
¿Tienen la coherencia y lógica algo que ver con esta dualidad?

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